¿Qué cosas, no?

  Es difícil saber quién es el verdadero culpable en el asunto, debido a que no es cualquier asunto y a que todos –sin intenciones, tal vez- cometimos el mismo error.

   Hoy se te olvidó a ti, ayer a ella, mañana a él…hace unos días a nosotros y… ¡Ups! Se nos olvidó a todos, ¿Qué cosas, no?

   ¿Quién lo resuelve? Tú no, ella tampoco, él mucho menos, nosotros no hicimos nada y… ¡Hey! Nadie lo resolvió.

   Hoy fue un día gris para ti, lloraste y quisiste, lo deseaste realmente, con tus lágrimas de testigo…quisiste escuchar la voz de alguien que te dijera que el astro Sol se encargaría de crearte muchísimos arco iris con las cristalinas gotas que rodaban por tus mejillas…quisiste escuchar eso, esperaste, pero nadie apareció.

  Decidiste entonces que con un “Aquí estoy” era suficiente, te repetiste muchas veces que si lo escuchabas aunque fuera por un instante, una solita vez, bastaría para devolverte la sonrisa al rostro. Pero las dos palabras que querías oír desesperadamente – para aferrarte a ellas- no se escucharon a tu alrededor.

   Qué triste, lástima… ¿no?

    Tú llorabas, pero de seguro ella disfrutaba de un helado justo ahora…él estaba en una fiesta, ¿Nosotros? Ah, bueno, nosotros estábamos planeando ir al Cine…Oh…Disculpa, no nos enteramos de que llorabas. ¿Qué cosas, no?

Pero ¿Por qué te sentías así?

Ah… ¿No nos quieres decir? ¿Por qué?

    Seguramente sentiste que te habían olvidado, ¿Cierto? Bueno, tú no lo sabes, pero tal vez ninguno tuvo un lindo día, tal vez todos llorábamos, necesitándonos y no teniéndonos.

  Desde ese día no le hablaste más a ella, ni a él, mucho menos a nosotros. Esperabas a que alguno se acordaba de ti, pero no sabías que todos esperábamos que se acordaran de nosotros también. ¿Qué cosas, no?

4 pensamientos en “¿Qué cosas, no?

  1. Reblogueó esto en aspirante a locoy comentado:
    No soy muy aficionado al reblogueo, pero… no se puede expresar mejor lo que «Sueños que pasean por ojos de cristal» – «Caleidoscopio» – «Navidalex» dice en ¿Qué cosas, no?
    Yo, únicamente pude comentar: ¡Qué cosas! ¡Qué seres más ciegos! ¡Qué sordos! ¡Qué ensimismados mirando siempre nuestro propio ombligo! Pero… seguro que da para más, por eso lo reblogueo.
    Un consejo: cuando vayas a leer a su lugar de origen, deja unos instantes para escuchar la música… después comienza a leer.
    ¡Una maravilla!

    Me gusta

¿Quieres comentar? (: